Han acudido a funerales de víctimas de este virus
Luis Ignacio|Noticias|Sáb, 07/18/2020 – 09:26. COVID-19 llegó a Santa María Chimalapa, un municipio en los límites con el vecino estado de Chiapas, donde la clínica de salud está permanentemente cerrada, no hay farmacias, ni consultorios médicos y, ni siquiera, autoridad municipal que pueda encabezar las exigencias de atención a los habitantes o promover medidas sanitarias, porque los contagios afectan al 10% de la población, esto es más de 400 personas.
La asesora jurídica Isabel Sosa Gutiérrez recuerda que hace un mes llegó el virus de COVID -19 a este pueblo.
“Empezó por una persona que llegó a morir sin ser diagnosticada, el pueblo acudió al sepelio por ser la costumbre, a partir de ahí cada ocho días y después, a diario, han fallecido más de un habitante, la mayoría de la tercera edad, entre 60 y 80 años, otros entre 40 y 50 años; ya se cuenta que van quince”.
Comenta que en este pueblo le ha tocado vivir la peor de las tragedias al tener un centro de salud que permanece cerrado a raíz de que inició la pandemia.
Sosa Gutiérrez calcula que del total de las 4 mil personas que viven en Santa María Chiamalapas, un 10 por ciento está enfermo, es decir, 400 habitantes. Todos con los mismos síntomas: temperaturas altas, dolor de cabeza, diarrea, tos, insuficiencia respiratoria, aunque los enfermos creen que es solo una gripa, porque en este apartado lugar del territorio oaxaqueño, la mayoría selvático, nadie sabe de la sintomatología del virus.
Asegura que una sola persona ha sido diagnosticada y evaluada de manera oficial dentro de las estadísticas dadas a conocer por el gobierno del estado, pero la situación es mucho más grave.
Dice que en Santa María Chimalapa ni siquiera hay autoridad municipal que encabece las solicitudes de auxilio a la población. “Ante la revocación de mandato del presidente por el tribunal electoral; hoy, solo está el tercer comisionado que no actúa por no saber o ignorar los protocolos para el manejo de dicha enfermedad mortal”.
“¡¡Ayuda, ayuda!! La gente realiza velorios para enterrar a sus difuntos, una y otra vez; nadie sabe que se trata del COVID-19, el pueblo grita desesperado, o mueren de hambre o por la enfermedad desconocida; no saben del aislamiento, ni de las medidas sanitarias para evitar el contagio, tampoco que la atención medica debe ser inmediata”.
Añade que ya interpuso una medida cautelar ante la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, que supuestamente sería canalizada a las autoridades de salud y estatales para que se brinde atención a la población de Santa María Chimalapas, pero aun nadie los socorre.
